Puertas, ventanas y cerraduras de seguridad de calidad son inversiones que se amortizan y dificultan el acceso de intrusos a los hogares.
Los robos en viviendas y locales comerciales son un fenómeno que suelen aumentar en temporada estival. No obstante, según datos del Ministerio del Interior muestran una caída de los robos con fuerza en viviendas iniciada en 2019 (descuento del 8,1% respecto a 2018) y que, en 2022, ofrece valores todavía inferiores (un 12,2% menos que en 2019). El porcentaje de estos delitos también es menor que el de otros países de nuestro entorno. También es cierto que la mayoría de los robos se producen de día, entre semana y mayoritariamente cuando no hay nadie en casa.
La ausencia de los propietarios, sobre todo si es prolongada como sucede en vacaciones, puede convertirse en la ocasión propicia para que los ladrones o los okupas inicien sus actividades.
Pero es posible conseguir un hogar bien protegido mediante la combinación de medidas disuasorias, elementos mecánicos de seguridad y sistemas electrónicos. Podemos entorpecer el acceso a la vivienda si se colocan unos elementos de seguridad de calidad en los accesos (puertas blindadas, rejas en ventanas, etc.) y un buen sistema de alarma: los elementos mecánicos ayudarán a dificultar la entrada de posibles intrusos, mientras que la alarma avisará cuando el allanamiento se haya producido.
Antes de contratar una central de alarmas, la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, recomienda leer la letra pequeña, y comparar el servicio y el precio de al menos dos compañías. No es tarea fácil comparar el coste, pues combina la instalación y la cuota mensual. Sobre todo, OCU recomienda no dejarse intimidar por la presión de los comerciales, ya que muchos de ellos utilizan técnicas agresivas de marketing, alarmando muchas veces desproporcionadamente al consumidor a fin de que contraten sus servicios.
OCU recuerda que, si se trata de un contrato realizado fuera del establecimiento comercial, los consumidores tienen 14 días naturales para desistir del contrato sin necesidad de justificarse y sin gasto alguno.
No obstante, OCU ofrece una serie de consejos para evitar que se produzcan estas situaciones:
1. Como primera medida: ponerse en el lugar del ladrón, recorrer la casa para detectar los puntos débiles, sobre todo los accesos, e intentar reforzarlos para impedir o retrasar la entrada de los intrusos. Una buena puerta, ventanas de calidad, cerraduras de seguridad, etc. son una inversión que se amortiza.
2. Reforzar las puertas de acceso, tanto en la hoja como en el marco. Hay puertas de todo tipo: desde madera maciza, pasando por blindadas con una plancha de acero en el lado interior, y acorazadas con planchas de acero en el interior y exterior, más la estructura interna de acero.
3. Instalar también una buena cerradura que cuente con varios puntos de anclaje y cilindro de seguridad con escudo antitaladro. Si la
cerradura tiene solo un punto de anclaje, es recomendable disponer de un cerrojo adicional.
4. También hay que prestar atención a otros elementos de seguridad como el cerradero, una pieza metálica insertada en el cerco por donde encajan los pestillos cuando se gira la llave, y las bisagras.
5. Los ladrones también suelen acceder a la vivienda rompiendo los cristales y los marcos de las ventanas. Existen distintos sistemas de bloqueo con cerrojo según el tipo de ventana, también disponibles para persianas.
6. Los cristales más resistentes a veces salen muy caros. Como solución intermedia, se puede instalar un cristal con doble capa o con película protectora. Las rejas y barrotes ofrecen muy buena protección, pero suponen un obstáculo de salida en caso de emergencia. Deben contar con un mecanismo de apertura desde el interior.
Pero, sobre todo, de poco sirve tener instalados los sistemas de seguridad más sofisticados, si no se respetan unos principios básicos de prudencia:
a) Al salir de casa conviene no olvidar puertas ni ventanas abiertas, y girar por completo la llave para garantizar que la cerradura cumpla su función.
b) Nunca se debe "esconder" la llave en el exterior (bajo el felpudo, una maceta, etc.), es mejor dejar una copia a alguna persona de confianza.
c) No abrir la puerta a desconocidos. Desconfiar de los servicios técnicos que se presenten sin avisar y, antes de abrir la puerta, usar siempre "filtros" como el portero automático, la mirilla o la cadena de seguridad.
d) Ante la previsión de una ausencia durante un tiempo, asegurarse de dejar todos los accesos bien cerrados.
e) Ser discreto al comentar la ausencia, y pedir a familiares y amigos que lo sean: evitar dar detalles en las redes sociales o comentarlo con gente que se conoce poco. Sin embargo, es buena idea comunicar a los vecinos más cercanos que no se estará en casa, para que sospechen si ven algún movimiento extraño.
f) tomar medidas para dar la impresión de que la casa está ocupada (por ejemplo, pedir a alguien de confianza que vacíe el buzón y, también puede instalar un programador electrónico para activar a determinadas horas algunas luces o el televisor, así parecerá que hay alguien).